El empleo en el sector de la hostelería en la provincia de Málaga ha marcado un récord histórico de afiliados a la Seguridad Social en el recién acabado mes de junio con un total de 103.000 trabajadores, lo que supone un incremento interanual de un 6% e intermensual del 3%. Se trata de una cifra nunca alcanzada hasta ahora y que anticipa unos números para julio y agosto igualmente desconocidos hasta el momento.
Estos datos, obtenidos de estadísticas oficiales del Ministerio de Trabajo del Gobierno de España, demuestran que la hostelería es el auténtico motor económico y de generación de empleo de la provincia de Málaga, en un contexto además de alta inflación, incremento de tipos de interés y encarecimiento de materias primas; y también con una reforma laboral reciente que ha variado las modalidades de contratación en el conjunto del país.
Si continúa vigente el mismo escenario actual, la Asociación de Hosteleros de Málaga (Mahos) estima que en julio se rozarán los 110.000 trabajadores dados de alta en el sector y que en agosto se superará dicho registro, con lo que la provincia marcará un hito que además guarda relación con su peso específico e influencia en el conjunto de Andalucía. No en vano, representa el 31% del total de empleo hostelero de la comunidad autónoma.
Es decir, prácticamente emplea a uno de cada tres trabajadores de las ocho provincias andaluzas. En estos momentos, a cierre de junio, mientras en la provincia de Málaga hay
103.000 empleados en el sector, en el conjunto de la región hay 332.000. Este número, a su vez, es un 4,8% mayor que en junio de 2022 y un 2,5% mayor que en mayo de 2023.
Más trabajadores que nunca y se sigue contratando
Para el presidente de la Asociación de Hosteleros de Málaga, Javier Frutos, este escenario de récord histórico de contratación “demuestra que somos el motor principal económico de nuestra provincia y de Andalucía”, como además prueba el hecho de que se necesitan más trabajadores para dotar a las empresas del personal que demandan para atender el día a
día de los negocios. “Ya trabaja más gente que nunca en la hostelería, pero hay más necesidad de personal y las empresas están contratando a diario”, ha remarcado.
En cuanto a la facturación del sector, Frutos ha informado de que sigue una tendencia de recuperación aunque se ve perjudicada por los altos costes existentes. “En la ecuación de generación de empleo, facturación y rentabilidad podemos decir que estamos mucho mejor en el primer concepto, algo mejor en el segundo y peor todavía en el tercero, que es consecuencia directa del segundo”.
En este sentido, es importante destacar que la facturación ha sido más elevada que el año pasado y que en 2019 pero la rentabilidad de las empresas aún está bastante por debajo de la obtenida antes de la pandemia: “Los principales motivos son el endeudamiento de las empresas para hacer frente a las consecuencias del covid, el incremento de los tipos de interés que retraen el consumo y el aumento de los precios en general, sobre todo de las materias primas (los alimentos y bebidas no alcohólicas) y los carburantes. La facturación ha subido más por incremento neto de clientes que por aumento de ticket medio”, ha asegurado.
Además, en relación a los precios, en el mes de mayo (último dato oficial disponible) han repuntado un 7% en las actividades de restauración (dato nacional), un crecimiento por encima del IPC general (3,2%), aunque muy por debajo del 12% de escalada que suponen los alimentos y bebidas no alcohólicas.
A modo de resumen, Frutos ha explicado que el sector sigue con la inercia positiva en el empleo, “lo que es un buen indicador de la actividad turística y empresarial. Aunque hay incertidumbres (sobre todo por la inflación y las subidas de tipos), prevemos continuar en este senda de aumentos contenidos de facturación, si bien se ha detectado un ligero parón en las últimas semanas de junio que esperamos que haya acabado ya, con julio empezado y agosto en el horizonte”.
