Un año después del primer decreto de estado de alarma en nuestro país a causa de la pandemia del coronavirus, la Unión Nacional de Agencias de Viajes (UNAV) —entidad que agrupa a un total de 3.670 puntos de ventas, que dan empleo a cerca de 5.000 trabajadores (antes de la pandemia)— hace un balance muy pesimista de la situación de las agencias de viajes nacionales, pues transcurrido este lapso de tiempo estos establecimientos apenas han podido regresar a su normalidad, a consecuencia de los confinamientos domiciliarios, los bloqueos fronterizos y los cierres perimetrales, que se agravará estos días por la clausura perimetral anunciada para la Semana Santa y por un ritmo de vacunación a todas luces insuficiente para llegar a la temporada de verano.
Este hecho, según UNAV, supone que durante cerca de 365 días los profesionales de las agencias de viajes en España —aproximadamente unos 70.000 antes de la crisis— apenas han podido trabajar o lo han hecho de forma muy limitada. Y esta circunstancia ha tenido ya sus primeras consecuencias, asegura UNAV: con la crisis sanitaria han perdido cerca del 80 por ciento de su facturación en 2020 y temen que sin ayudas directas puedan cerrar 4 de cada 10 agencias de viaje en España.
Con el panorama actual, de hecho, el 84,5% de los agentes de viajes creen que será imposible recuperar los niveles de facturación del año previo a la pandemia. El 72,3% de los profesionales considera que, en el mejor de los escenarios, y con la situación razonablemente normalizada, facturarían la mitad que en 2019 o menos, aunque la estimación más frecuente es que facturarían entre el 30% y el 50%. Otro apunte preocupante en este periodo: tres de cada 10 agencias no han podido mantener a toda su plantilla en 2020 y, un 23%, aunque aún la mantiene, prevé tener que realizar despidos a lo largo de 2021.
Ante esta situación, el presidente de UNAV, José Luis Méndez, reclama nuevamente “concreción” en el paquete de ayudas de 11.000 millones de euros anunciados en sede parlamentaria y, sobre todo, conocer qué parte de ese dinero se destinaría a las agencias de viajes, “pues es uno de los sectores más afectados por la pandemia y por las restricciones a la movilidad”. “No es cierto lo que decía el Gobierno: las agencias, un año después de la pandemia, y sin poder trabajar en circunstancias normales, nos estamos quedando atrás. Necesitamos ayudas directas para garantizar nuestro futuro”, indica Méndez.
